Blog
Todo comenzó una tarde de 2003.
- 24 de noviembre de 2019
- Publicado por: Julián Bozzo
- Categoría: La Escuela Sin categoría
ImproVersa como Escuela nace en 2009, pero sus inicios se remontan al año 2003 cuando Julián Bozzo, estudiante de Pedagogía iniciaba sus andanzas musicales y poéticas. A partir de sus investigaciones en Pedagogía Artística, así como en sus Filosofía del lenguaje, Antropología cultural, Pedagogía Narrativa y Sistémica comenzó a interesarse por la creación de espacios pedagógicos que incluyeron la experiencia artística como un camino de encuentro con la singularidad propia del ser humano, es decir con aquello con procuraba espacios creativos entre lo que nos hace diferentemente iguales. Estas investigaciones le llevaron a trabajar en proyectos de Arte por la Convivencia (Fundación Yehudi Menuhim, Artista Mus-e), Entre dos Orillas (Casa de América, Coordinador del Aula de Educación) y diversas fundaciones del ámbito de le Pedagogía Artística.
Mientras estudiaba y se formaba como Pedagogo, componía sus canciones e improvisaba letras y melodías.
Había cierta tendencia, en eso del estudio de la Creatividad que él no le terminaba de convencer. Como pueden leer aquí, se dio cuenta de que aquellos procesos creativos de los que se hablaba en la Universidad ponían el foco en el resultado así como también despersonalizaba la experiencia artística perse.
Fue así como comenzó a interesarse por “la experiencia surgida en esos ámbitos creativo/improvisativos” e inició los primeros pasos de investigación de la Creatividad, el juego, la Pedagogía Invisible y el arte como encuentro educativo; Todo aquello era el germen de lo que hoy se conoce como ImproVersa.
Pero antes de que eso pasara tuve que encontrarse con la Fenomenología y el Existencialismo, pues hasta ese momento sólo tenía los marcos teóricos desde lo que afrontar ese espacio creativo pero no el camino desde donde poder darles vida. Es decir “sabía el qué pero no encontraba el cómo”. Y fue así como en 2007 cuando toda esa teoría y esa experiencia se vieron de frente con el Teatro Espontáneo (Cía Impronta Teatro) e Improvisado, así como con la Terapia Gestalt y la Pedagogía Sistémica. Aquel encuentro favoreció el punto de entrada de una metodología que denominó Aladuría y que a día de hoy se consolida como una formación de tres años más uno de supervisión a la acceden alumnos de todas partes del mundo.